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Silueta

KYO, el secreto del Karate Dō

La canción de karate dice que “tsuki y geri son técnicas de Karate, pero el secreto está en kyo-jitsu”. El secreto está en convertir jitsu en kyo

El secreto del Karate está en dos conceptos: KYO, vacío, falso, y JITSU, lleno de espíritu, lleno de fuerza física, la verdad. Si el atacante está lleno de jitsu, hay que provocarle Kyo, un vacío, donde la concentración desaparece y es más débil (le provocas shikai). Si golpeas y el otro está preparado no haces nada, pero si logras kyo cae seguro, si golpeas en un punto vital en ese momento, con la energía con la que entrenas habitualmente, seguro que derribas al contrario.

Cuando los dos que pelean están cargados de jitsu, chocan indefinidamente colisionando violentamente. Hay que buscar hacer Kyo para derribar al oponente con poca fuerza. Podemos provocar Kyo de muchas formas, por ejemplo: antes de que termine su ataque, durante el desarrollo, golpearle de forma inesperada para él (wa tsuki), también justo después de que golpee si haces taisabaki esquivando y golpea al aire, quedará desconcertado, en ese momento aparece otro vacío. También, haciendo houtai, rompiendo el equilibrio del otro, creamos Kyo. La forma en la que hay que golpear es pasando de “0 a 100”, lo que requiere tener mucha relajación, estar muy tranquilo, como cuando cae la nieve lentamente hasta que se deposita suavemente en el suelo.

Para poder elaborar Kyo hay que eludir SHIKAI, las cuatro cosas que hay que evitar en las artes marciales: miedo (osore), susto (odoroki), sospecha (mayoi) y duda (utagai). Para eso hace falta tener un estado mental Heijoshin, tranquilo como cuando te desenvuelves en la vida cotidiana (si en tu vida cotidiana estás estresado eso no es Heijoshin). Se logra ese estado mental siendo Meikyo, como un espejo claro, pulido donde se refleja todo, o como el agua de un estanque en calma que no se altera por el agua que entra; y Fudoshin, mente como una montaña, imperturbable, estable que no se altera con facilidad, que mantiene la calma. Estando en ese estado mental lo que suceda fuera no te alterará, no aparecerá shikai y podrás actuar adecuadamente.

«Todo el Karate que hacemos se puede resumir en esto«